SAFE FALL

  JUSTIFICACIÓN

  LA CAÍDA COMO HABILIDAD MOTRIZ

En cuanto a la progresión metodológica establecida, se plantean tres niveles de dificultad en la enseñanza de las caídas. Estos niveles didácticos relacionados con su enseñanza se organizan en función de la altura del centro de gravedad, según el número de ejes que se ven implicados en la rotación de la caída, según el número de participantes implicados en la caída y, por último, según la velocidad de ejecución de la caída.

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Figura. Niveles didácticos de la enseñanza de las caídas.


A continuación se detallan los niveles establecidos en función de las variables reseñadas.


Nivel 1 o nivel inicial:

En este nivel la altura del centro de gravedad es baja (sujeto sentado o a escasos cms del suelo), durante la caída la rotación se produce en un solo eje, puediendo existir o no incertidumbre, la caída se realiza de forma individual y/o grupal, y con una velocidad de ejecución baja.


Nivel 2 o nivel intermedio:

En este nivel la altura del centro de gravedad es media (altura marcada por una flexión de rodillas desde los 90º aproximadamente hasta el suelo). Durante la caída la rotación se puede producir en uno o dos ejes, puede existir o no existir incertidumbre, la caída se realiza de forma individual y/o grupal, siendo la velocidad de ejecución media.


Nivel 3 o nivel avanzado:

En este nivel la altura del centro de gravedad es alta, es decir, está en bipedestación o por encima de la posición anatómica básica (sujeto elevado del suelo). Durante la caída la rotación se puede producir en uno o dos ejes, puede existir o no existir incertidumbre, la caída se realiza de forma individual y/o grupal, y la velocidad de ejecución es alta.


Otro aspecto a tener en cuenta cuando se lleven a cabo las actividades tanto analíticas como jugadas para la enseñanza de la habilidad de caer, es el nivel de incertidumbre que puede existir en cada una de ellas. Se puede pasar de un nivel de incertidumbre 0, donde el alumnado es quien decide cuándo y cómo va a realizar la acción, es decir, cuándo y cómo va a ejecutar la habilidad de caer, hasta una incertidumbre máxima del 100%, donde es el profesorado o sus compañeros, los que deciden cuándo realizará la acción de caer, es decir, cuándo ejecutará la habilidad de caer de forma sorpresiva, teniendo que aplicar la técnica aprendida para tal fin.

Partiendo de una visión integral y holística del desarrollo motor, se plantea la habilidad de caer como un contenido de la motricidad que debe ser aprendido por las personas en cualquier etapa de su vida, pero son los niños, niñas y adolescentes en los que debería centrarse su enseñanza, permitiendo que estos mejoren su salud mediante la promoción del desarrollo físico, psicológico y mental, consiguiendo jóvenes físicamente alfabetizados.