En los pretest, se recoge la respuesta motriz no entrenada del alumnado ante una caída hacia atrás no intencionada. Esta caída se realiza en una situación de control y seguridad con objeto de priorizar y garantizar, sobre cualquier otro objetivo, la seguridad del menor. Pero no todo el alumnado reacciona de la misma manera ante la situación de desequilibrio inducida en la posición de partida del test. En algunos casos podemos encontrar respuestas de evitación, que se manifiestan con bloqueo del menor, mostrando conductas como las siguientes:

• No escuchar lo que se le dice o no reaccionar a las instrucciones que se le dan.
• Agarrar al controlador
• Mostrar rigidez corporal y agarrotamiento,
• Flexionar los brazos y echar el cuerpo hacia adelante,
• Resbalar los pies y sentarse en la colchoneta,
• No desequilibrarse hacia atrás,
• Temblar,
• Otras

En los casos en que el miedo se manifieste de forma muy intensa, el controlador llevará hasta el suelo al alumno, sin soltar los brazos en ningún momento o, directamente, invalidará el test del sujeto anotando en la hoja de registro (observaciones) esta circunstancia