La industria del fitness cada vez crece en mayor medida. Según IHRSA, asociación internacional con más de 200.000 centros de salud y fitness y proveedores de tecnología, el pasado año ha habido un beneficio combinado de casi 100.000 millones de dólares, aún con la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.

Uno de los aspectos clave de este crecimiento es la irrupción de la tecnología aplicada al fitness, por lo que el reto supone ordenar y cribar esta cantidad de tecnología y sus aplicaciones en esta industria. El dilema para las empresas es saber qué moda tecnológica es pasajera y cuál se consolidará con el tiempo.

La encuesta mundial de tendencias en el fitness para 2021 del American College of Sport Medicine (ACSM), u otras encuestas similares pueden ser una buena herramienta para esto. La evaluación cuidadosa de estas tendencias por parte de los clubes puede ser determinante para su crecimiento. Dentro de esta encuesta, hay tres tendencias muy relacionadas con la tecnología que conviene destacar.

El entrenamiento online

La tendencia número 1 de la encuesta ha sido el entrenamiento online, directamente influenciada por la pandemia de COVID-19, ya que el año anterior había estado en el puesto 26. Las restricciones asociadas a la pandemia ha obligado a los clubes a reorientar su estrategia para atender este tipo de entrenamiento, lo que implica adoptar la tecnología necesaria y la formación para saber utilizarla.

Se utilizan diferentes métodos para dar a conocer estas clases online, como las publicaciones de vídeos en redes sociales, pero el método más demandado es el de la transmisión de clases en directo, las cuales pueden ayudar a aumentar la popularidad de los centros y aumentar los potenciales clientes. Estas herramientas permiten dar clases a cualquier parte del mundo, interactuar con los usuarios, responder preguntas y dar consejos y feedback sobre los ejercicios. Además, las redes sociales también son muy útiles para generar expectación en los clientes, promocionar nuevos vídeos, proponer nuevos entrenamientos, etc.

Wearables

El ACSM los sitúa como la segunda tendencia para 2021 en la industria del fitness, dado que han mejorado mucho en los últimos tiempos, con una mayor precisión del registro de datos y una mayor cantidad de dispositivos (relojes, pulseras, podómetros, etc.). Estas herramientas permiten que los entrenamientos sean más tangibles para los usuarios, con datos concretos de sus sesiones de entrenamiento.

Aunque sean utilizados fuera de los centros, también pueden impulsar el compromiso y la experiencia general de los usuarios en un centro fitness, como en las clases colectivas, con sistemas que proyecten la frecuencia cardíaca o las calorías quemadas.

Es importante tener en cuenta que los wearables no son sustitutos de los centros fitness, si no que pueden combinarse para ofrecer una mejor experiencia general en los clientes. Un wearable puede ofrecer datos interesantes en cuanto a los entrenamientos, pero no puede decirle al usuario si un ejercicio está bien o mal hecho.

Equipos inteligentes

El uso de estos equipos inteligentes pueden proporcionar al usuario datos como la frecuencia de entrenamiento, las calorías quemadas, los retos semanales, etc., por lo que pueden aumentar en gran medida el valor del servicio ofrecido por el centro. Pero además, también es útil para el propio centro, pues puede otorgar datos acerca de la utilización del equipo o de las preferencias de los usuarios.

Este tipo de tecnologías son muy extensas, y algunas cada vez son más utilizadas, como las aplicaciones y programas de gestión del personal y de los datos de los clientes, es decir, para tareas administrativas.

En cuanto a la inteligencia artificial, puede ser muy útil para el crecimiento de los centros fitness, pero tiene sus riesgos en cuanto a su correcta utilización. Por eso, es necesario que el personal del centro esté completamente capacitado y familiarizado con este tipo de equipos, para que puedan ayudar a los usuarios de la mejor manera posible.

Vía: www.diariosur.es

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